jueves, 29 de abril de 2010

Playa, brisa y trucha.

Además de muchos otros listados globales en los que Colombia ocupa puestos preferentes, nuestra patria está incluída en uno que nos debería hacer sentir orgullosos (y a la vez avergonzados por lo poco que a ratos parece importarnos): los países megadiversos de este pequeño planeta.  De acuerdo con el Centro de Monitoreo de Conservación Ambiental UNEP-WCMC, nuestro país se codea con otros 16 estados en el selecto grupo de aquellos que cuentan con los mayores índices de biodiversidad en el mundo.
Independientemente de las estadísticas o de la figuración o no en este u otro listado, cada territorio tiene cosas interesantes que mostrar y que por fortuna, a los que seguimos mirando el mundo con ojos de niño, nos siguen sorprendiendo.
Playa Blanca
Sin duda uno de los destinos turísticos más atractivos de los países que cuentan con costas son las playas.  Sitios de veraneo por excelencia, atestados de visitantes en las temporadas vacacionales y generalmente escenarios de pieles bronceadas, cocteles servidos en coco pelado, cuerpos atractivos y también, valga decirlo, barrigas "pocholeras" (1).
Pero en el corazón de la zona andina colombiana se encuentra una playa verdaderamente exótica.  A más de 3000 metros de altura, por alguna carambola geológica, surgió una extensión de arena nívea en la orilla de la Laguna de Tota, el cuerpo de agua de mayor extensión del país (algo más de 55 Km2) en el departamento de Boyacá.  Aunque los cuerpos no sean tan esculturales, y sea más bien frecuente encontrar las barrigas pocholeras y pieles tan blancas como la arena, y en lugar del coco-loco se beba aguadepanela con almojábana, encontrarse con un escenario propio de las costas caribeñas o mediterráneas a más de 500 Kilómetros de la línea de mar más cercana, resulta encantador.
Laguna de Tota, vista desde la vía hacia Cuítiva
A "Playa Blanca" se llega por carretera desde la ciudad de Sogamoso, de la cual dista unos 30 Km. Desde Bogotá, la capital del país, el viaje puede durar alrededor de tres horas.   En cercanías del sitio se encuentran alternativas de alojamiento y variedad de restaurantes que ofrecen, preparado de múltiples formas, el pez que tradicionalmente ha sido la especialidad de la región: la trucha, prima cercana del salmón y con un sabor y texturas que nada tienen que envidiarle.  En la playa es posible acampar, el sitio cuenta con servicios sanitarios y oferta de actividades complementarias (paseos en bote, canoas, cabalgatas).
Laguna de Tota, vista desde la vía hacia el Páramo de Toquilla
En los alrededores de la laguna se encuentran otros municipios y sitios de interés que se pueden visitar sin mayores desviaciones de la ruta: el pueblo de Iza (inmuebles antiguos en buen estado de conservación y variedad de postres), el monumento a los lanceros de la batalla del "Pantano de Vargas" (corregimiento de Rondón, municipio de Paipa), el pueblo de Tibasosa (famoso por la explotación de una fruta llamada feijoa en todas sus formas), el pueblo de Nobsa (célebre por la producción de prendas en lana y otras artesanías) y las aguas termominerales del municipio de Paipa.
Pantano de Vargas                                 Iglesia de Iza
Lago Sochagota, en el municipio de Paipa
Dentro de las ocasiones en que he visitado este paisaje único, acompañan a esta publicación fotografías de las dos últimas, realizadas con Andrea y Fercho, amigos "moteros", en sendos viajes sobre dos ruedas.

(1).  En Colombia la cerveza se conoce con un sinnúmero de sobrenombres, dentro de los cuales se destacan: fría, amarga, pola, espumosa, chela, birra y pochola.  Este último es el que da origen al adjetivo para los abdómenes que suelen albergarla en exceso.

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