miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ahora sí, el desierto.

La única porción de territorio de Colombia que cuenta con una precipitación anual inferior a los 500 mm (datos del IDEAM), y cuyas características geográficas, climáticas y ambientales permiten clasificarle como desierto, está localizada en la península de La Guajira, en donde se ubica en su gran mayoría el departamento del mismo nombre y una minúscula porción del estado de Zulia de la vecina Venezuela.
Famosa por sus paisajes salidos del común del territorio colombiano, por las extensas playas con escasa vegetación, la peculiaridad de los pobladores (en buena parte nativos de la etnia Wayúu) y los coloridos contrastes entre la aridez de la tierra y la vitalidad del mar, la Península es uno de los destinos imperdibles en el país.
Malecón en Riohacha

A mediados del año 2008, visitamos parte de La Guajira con dos amigos.  Pasamos un par de días en el Cabo de La Vela, conocimos las Salinas de Manaure y recorrimos un sinuoso trecho bien exigente para nuestras motocicletas hasta llegar a Musishi, sitio de observación del flamenco rosado.  También tuvimos la oportunidad de conocer "El Cerrejón", una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo.

El viaje tomó diez días, partiendo desde Bogotá vía Medellín, bordeando la Costa Atlántica y regresando por la ciudad de Bucaramanga, para un circuito que sumó algo más de 3000 Km.

Para "conmemorar" un aniversario de su fundación, la guerrilla de las FARC dinamitó un tramo de
la vía férrea que transporta el carbón de la mina hacia el puerto.  Ese es el "ejército del pueblo".

No obstante lo aparentemente "salvaje" de la travesía (en el área de la alta Guajira), la frecuencia con la que los destinos más apetecidos son visitados hace que un viaje en moto no represente mayor esfuerzo, pues las rutas de acceso están bien definidas por los vehículos que habitualmente transportan locales y visitantes.  Eso sí, se deben incrementar  las precauciones en la conducción en arena y no descuidar la hidratación.    A pesar de que se encuentran diversas alternativas de alojamiento, no es recomendable para quienes gustan de viajes tipo "cinco estrellas".  Pero aquellos que gustan de la "aventura" verán bien recompensado el esfuerzo.

             Flamencos rosados en Musushi (Manaure)              "El Faro", sobre el mar Caribe                      
Nuestra alternativa para pernoctar: hamacas en enramada con vista al mar

El Cerrejón, municipio de Albania

Me acompañaron en este periplo: Charlie, gran amigo y excelente compañero de ruta y Mónica.
Motocicletas: Suzuki GS 500  y Suzuki DL 650 V-Strom 

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