domingo, 25 de mayo de 2008

Segundo envión

Hace algo más de año y medio comencé a poner por escrito algunas de mis pretenciosas reflexiones, en un espacio similar a este. O blog que llaman (el equivalente en castellano sería bitácora, pero en este caso vale la licencia). Y tan pretencioso como mis reflexiones resultó ser el intento. Injusto sería decir que "nació muerto", pues alcancé a publicar tres o cuatro entradas... ¡en el primer año!.

A raíz de tal fiasco, pues el sentido que le veo al asunto es el de alimentar constantemente esos "diarios de vida", y recibir a cambio visitas, observaciones, aportes y hasta insultos, opté por suspender la publicación, que anteriormente se encontraba (bueno, aun se encuentra, pero no a la vista del público) vinculada a mi cuenta de usuario de uno de los mayores -si no el más grande- servidores de correo, mensajería instantánea y demás herramientas basadas en la red para usuarios legos en temas de comunicación. Si a algún curioso se le ocurre la absurda idea de conocer ese primitivo intento, bien pueda resignarse: no se pierde de mucho. Y si insiste, envíeme su dirección de correo electrónico en hotmail o msn.

Pero como no hay padre que no quiera, aunque sea un poquito, a sus hijos bobos, pienso rescatar de esos escritos aquel que me pareció apropiado para iniciar. Se titulaba, si mal no recuerdo, "las reglas del juego".

Eso sí, hago la salvedad: el escrito que eventualmente se transcriba será sometido a un merecido filtro, pues después de diecitantos meses algunas mañas nuevas habré adquirido.

Y como sigo estando en un limbo entre los sujetos que pertenecen a las generaciones que le temen al computador y aquellos que tienen la capacidad de manejar como un juguete las herramientas tecnológicas de comunicación recientes, opto por utilizar este sencillo pero efectivo blogger (gracias Google) para transcribir mis ideas.

No espere grandes (ni pequeños) despliegues de tecnología, efectos, animaciones, aplicativos, muñequitos haciendo muecas ni interfases gráficas excepcionales. La plantilla básica de este servicio gratuito es absolutamente congruente con mi criterio funcional, sobrio y, si se quiere, desabrido. Lo que me interesa es escribir algo, y de vez en cuando publicar una foto o imagen que acompañe y complemente el texto. El resto son adornos, accesorios y ornamento, el cual suelo despreciar (1).

La intención (o nuevamente pretención, llámela como quiera) es exponer mis reflexiones acerca de para qué carajos los seres humanos estamos pisando la tierra. Y de paso, compartir algunos avances que he logrado en el camino que quiero recorrer de aquí en adelante. Sería gratuito hacerlo sin haber dado el primer paso, y ya que en estos últimos años logré acumular algo de sensatez, dejar un poco la inmadurez (¿?), tener un relativo equilibrio financiero y lo más importante: decidirme, considero que esta vez mi blog puede convertirse en una suerte de ´diario de viaje´.

Lo más probable es que en los meses por venir el movimiento de este espacio sea reducido, pues sigo inmerso en una rutina que forma parte del proceso, pero que por fortuna -y si las cosas salen como lo he planeado- no durará mucho.

Arranca pues mi segundo intento de hacer un blog. Y si leyó hasta aquí, se merece un agradecimiento por su paciencia, y una invitación a dejar su comentario (exprese lo que quiera, pero no ofenda a nadie. Menos al idioma).

Hasta la próxima. Si llega a ver la luz.

(1) Para mayor ilustración, consulte el ensayo "Ornamento y Delito" del arquitecto austriaco Adolf Loos (publicado en el blog colectivo "Hispanoamérica. Artes del Libro").

4 comentarios:

Francy dijo...

Andres Aldebarán: leerte, para nada, es una manera de perder el tiempo. Gracias por compartir tus reflexiones. Tus anuncios, me despiertan toda la curiosidad por conocer tu experiencia, esa que tiene que ver con la anhelada y esquiva sensatez. Por aquì estarè haciendote barra para que èste no sea un intento fallido y si llega a serlo, qué carajo! otra vez será...

¿por qué diario de viaje?

stultaviro dijo...

Compadre, reciba usted nuevamente la bienvenida a este mundillo de los "blogs" de parte de este humilde servidor, esencialmente "bloguero" por resignación más que por vocación, y a quien la experiencia de tres años en estas lides le ha impregnado en su tejido cerebral la convicción de que pocos mecanismos de exorcismo interior y catarsis son tan económicos y efectivos como este.

Lo invito a asumir esta actividad con la disciplina, el rigor y la constancia que le dicten su corazón y su agenda, para que en unos años y en su propia compañía pueda darse el maravilloso lujo de sentarse frente a la pantalla con una copa, una botella de su vino favorito, y sumergirse en la experiencia del reencuentro con usted mismo y su pasado reciente. Ese día le encontrará el verdadero sentido a tener un "blog".

Un abrazo, y seguiré visitando.

Diana dijo...

Quedo con sed, "déjalo que fluya"... en serio.

Andrés Aldebarán dijo...

FRANCY: Gracias a tí por tantas cosas buenas. Y no me piques la lengua preguntando lo que ya sabes... todo a su tiempo.

STULTAVIRO: Usted sigue siendo mi "profe" en estos asuntos. Y si, la terapia tiene que servir, vamos a ver cuanto dura esta vez.

DIANA: Confío en que logre fluir un poco más que nuestras inconstantes conversaciones.