Las reglas del juego
Hace noventa segundos oprimí la tecla "F5" para recargar la información de la entrada que llevaba editando durante, aproximadamente, media hora. El afán logró cobrarme la primiparada, pues ignoré la advertencia EXPRESA que la acción arrojó, y el resultado fue el esperado: Perdí mi trabajo...

El consuelo: estoy escribiendo -así sea para contar que me pifié- mi segunda entrada. Y para aprovechar el contexto, se me ocurre comenzar con algo que tenía planeado publicar más adelante: un conjunto de "pseudo principios" que, a mi lego juicio, deben acompañar este ejercicio.
* Respeto. Entendido como asumir la diferencia, transigir posiciones, expresar honesta pero diplomáticamente los puntos de vista y réplicas. (Nota 2008: el autor se reserva el derecho de eliminar comentarios irrespetuosos o que atenten contra los principios de este espacio... a medida que vayan apareciendo -los principios y los comentarios-).
* Rigor. Desde que tengo uso de razón (hace un poco menos de diez años, a decir verdad) me he esmerado en utilizar de manera más apropiada, y con algo de cuidado esta maravillosa herramienta que es el lenguaje. Procuro observar mi forma de escribir, a ratos también de hablar. Recibo gustoso los aportes de quienes encuentran los infaltables gazapos idiomáticos, siempre y cuando se ajusten al principio anterior. (Nota 2008: en caso de duda, consulte. Un buen recurso es la página de la Real Academia Española www.rae.es).
* Retroalimentación. El ejercicio de "dialogar" a través del teclado ayudará a mantener viva esta inciativa. Escriba, opine, aporte, proponga. Critique constructivamente y, por favor, absténgase de juzgar.
Ya aparecerán los demás.
(Nota 2008: seguidamente, además de unas vagas apreciaciones acerca de cómo me imaginaba en ese entonces un blog, citaba dos de los primeros espacios de este tipo que conocí.
Hoy desafortunadamente uno de esos no está "al aire", pues su autor falleció trágicamente fuera del país. Igual, le doy el crédito a Carlos "El Gordo" García, quien en sus escritos me sacó siempre una sonrisa, cuando no una carcajada.
El otro es escrito por un ex-compañero de estudios superiores, con quien hicimos hace unos años el experimento de trabajar juntos como profesionales. Es una relación algo curiosa, pues no somos los mejores amigos, pero tenemos afinidades en algo. Aunque discrepo de muchas de sus posiciones, lo respeto y admiro la pasión con la que ha llevado su blog (ahora vlog, flog, y según sus propios términos "fvblog" -o algo semejante). Visite La Stulta Viro, de Daniel Andrés Arango Mila).
Nota final 2008: Después de explorar un poco más estos espacios, entendí la regla única y fundamental que rige el asunto: "No hay reglas".